Es un lugar escalofriante, pero tienes que olvidarte de los miedos en el campo de batalla. Hemos venido a por una Fruta Cadáver para la Medicina Maldita que va a preparar Kihuhu. Lanito está enfermo, es una grave enfermedad, escupe mucha sangre y la piel se pudre.... y estoy preocupada por que se puede morir... La única medicina que hace efecto es la Medicina Maldita, pero... ¡Tarda dos semanas en prepararse!
Sé que Lanito sobrevivirá...
El Puerto Fantasma es... es... no tengo palabras. Los árboles están muertos, todas o casi todas las casas están vacías, el mar es negro y no vive ningún animal. Pero lo más escalofriante de todo es la Mansión Encantada. A las 00:00 AM, puedes escuchar el llanto de una chica pasando las puertas del jardín de la mansión y a las 00:01 AM puedes ver a una chica ahorcada en la rama de un árbol cercano a la mansión...
Giroro ha decidido entrar (con lo miedica que es seguro que le da un infarto, pero no se puede ser perfecto) y los demás también hemos entrado con él en la mansión.
Nada más entrar, las puertas se cerraron y un cuadro se iluminó. El cuadro era de dos keronenses, Ganana y Hikeikei. Ganana se dibujaba como una muñeca de trapo rosa, ella estaba llorando; Hikeikei era el muñeco de trapo azul que sangraba, sangraba de verdad, el marco del cuadro también estaba lleno de sangre. Abajo del cuadro había una placa con estas palabras escritas:
Hasta que la muerte nos separe...

En el minuto 00:01, las paredes sangraban y al pasar medio minuto, en las escaleras apareció una chica llorando.
-¿Qué te pasa?- pregunté
-Marchaos... si no queréis morir...- dijo la chica
-Tú... ¡tu eres la chica del cuadro!- exclamó Ondanda.
-Sí, has acertado, soy Ganana, hija del Conde Yokoko... Ahora moriréis si no os marcháis...- murmuró
-Yokoko... de qué me suena... ¡Pe-pero si eso! ¡¡Pero si naciste en el siglo XVI!! ¡Tú estás muerta!- dije.
-Mi cuerpo está descompuesto, aún así, mi alma vaga por las habitaciones de mi mansión... Vos sois valientes, no parecéis malas personas, no me queda más remedio...- murmuraba Ganana.
Todos tragábamos saliva, incluso yo me moría de miedo. ''Es el fin...''
-Os contaré mi pena y condena... El 3 de agosto de1523 se supondría que sería el día más feliz de mi vida... mi amado Hikeikei y yo nos casaríamos. Nos queríamos mucho, más que cualquier pareja... Pero, justamente a las 00:00 de la noche de ese mismo día, Hikeikei se retorcía de dolor por culpa de una misteriosa enfermedad. Los gritos se oían por todo el pueblo. No podía evitar llorar. Él lloraba tanto que le salía sangre de los ojos... Todo era sangre. Vomitaba sangre, lloraba sangre... No sabía que hacer, así que mandé a los mayordomos avisar inmediatamente al doctor mientras yo lloraba. Las manos de mi amado se pudrían junto con todo su cuerpo mientras se desangraba...
Al día siguiente, en vez de una boda, se celebró un funeral... mi ''marido'' fue incinerado para que la enfermedad no se extendiese...
A las 00:01 de ese día, me ahorqué debajo del Árbol de la Prosperidad, para volver con mi amado más allá de las estrellas... Pero estoy condenada a vagar por la eternidad y sin saber porqué...
-Nosotros te ayudaremos a pasar al otro lado.- dije.
-Creía que los fantasmas eran un mito...- dijo Ondanda.
-Sé cómo hacer pasar a los fantasmas al otro lado... En mi poblado, los fantasmas no dan miedo, puedes ver a uno pasar tranquilamente e incluso charlando con algún vecino. Debemos destruir el arma con el que el muerto ha muerto, en este caso, debemos quemar la soga y el Árbol de la Prosperidad...- dijo Kihuhu
Hemos quemado el árbol y Ganana ha conseguido ver la luz. Ha sido hermoso, los árboles revivieron y pronto se vieron animales. Aquel siniestro cuadro tenía las caras de los dos amados más felices de lo normal.
Creo que la enfermedad de Lanito era la misteriosa enfermedad de Hikeikei. Al quemar la soga, de aquel árbol muerto, salieron frutas negras y duras... ¡Eran Frutas Cadáver!
La gente volvió al pueblo y aquella mansión se restauró y se hizo una gran biblioteca. Aquel cuadro... ¡Estaba más feliz aún!
Aunque a Ganana le guste, el cuadro es una caca... ¡Yo creía que se reflejarían normales! Bueno, aquí os dejo unos dibujos de ellos que hice.


1 comentario:
La historia mola no se como pero ami me aparece en la mente como si hubiera una serie de el Sargento Giroro.
PD: NO puede dormir por culpa de la historia
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